En esa historia del Club Atletismo Valladolid,
que tenemos que contar para que se conozcan los fundamentos de nuestro equipo,
hay muchas personas anónimas que lucharon con denuedo y pasión en tiempos en
que no era fácil esto del deporte, y menos, el atletismo …
Y en esa historia ocupa un
buen lugar el perfecto ejemplo de colaborador modesto, casi anónimo, pero que
ayudó a poner los cimientos de lo que hoy es una pujante realidad.
Han pasado casi 30 años, cuando
veíamos a Jesús Porro en las viejas pistas de ceniza de Río Esgueva, entrenando
a su nutrido grupo de atletas, entre los que destacada sus propios hijos, Jesús
y María Luz, buenos especialistas en la difícil prueba de la marcha atlética.
También hay que agradecer a
Jesús Porro su espléndida aportación en la organización de la Milla Internacional Pilar
Fernández, que tenía unas fases previas que se hacían en numerosos barrios de
la ciudad, y de las que salieren destacados atletas, como el propio Isaac
Viciosa, luego todo un Campeón de Europa
Descanse en paz Jesús Porro,
ante todo, un hombre bueno.